La Torrevieja Cup ha sido mucho más que un torneo, ha sido una auténtica aventura cargada de risas, anécdotas y momentos que quedarán grabados en la memoria de nuestros jugadores y jugadoras. Desde la inesperada visita del ratoncito Pérez hasta esos secretos que solo entendemos nosotros: "Lo que pasa en Torrevieja, se queda en Torrevieja". Cada día fue una mezcla de emociones, complicidad y diversión.
Deportivamente, nuestros chicos y chicas dejaron todo en el campo. Pero, sinceramente, lo más especial de esta experiencia lo vivimos fuera del césped, porque en lo personal ha sido ¡top!
Volvemos cansados, pero con una sonrisa imborrable. Cada instante fue único: desde el mapache que decidió unirse a nuestra expedición, hasta los infantiles que, por primera vez, descubrieron lo mágico de los amaneceres. No podemos olvidar los grandes clásicos del viaje: la habitación 929, las habitaciones de cinco que misteriosamente acogían a veinte, y la frase del torneo: "¿Es un OVNI o es un Cacaolat?". Y, por supuesto, un aplauso para Mariam, quien se ha ganado un lugar fijo en todos nuestros viajes. ¡Ah! Y ese limbo épico… inigualable.
Un agradecimiento especial a Peña, Cabani, Mora, Garrido, Pablo, Adri, Guille y APA, quienes estuvieron al pie del cañón.
Porque lo que ha unido Torrevieja, no lo separa nadie. ¡Gracias por hacerlo tan especial!
¡VOLVEREMOS! #YOSOYOÑA